martes, 5 de julio de 2011

Samsung Galaxy Tab 10.1v: Análisis



Sucesor de uno de los tablets que más cara ha plantado al original iPad de Apple, el nuevo Galaxy Tab 10.1v de Samsung llega para ampliar la experiencia del usuario con una pantalla más generosa y las bondades de la nueva versión con sabor a miel del sistema operativo de los de Google. Su aterrizaje al mercado fue de lo más variopinto, ya que, como veremos más adelante, cuenta con un hermano mellizo "supuestamente" mejorado pero que no impide en absoluto la presencia de detalles de un auténtico ganador nato; una propuesta que bien podría lograr el visto bueno de muchos usuarios en busca del tablet perfecto. ¿Lo conseguirá? Veámoslo.



Tal y como su nombre indica, el nuevo Samsung Galaxy Tab 10.1v (GT-P7100) ofrece una pantalla de 10.1 pulgadas, un tamaño casi estándar en el mundo de los tablets que deja al grosor como elemento diferencial del resto de la competencia. En este aspecto no sale muy mal parado con sus 10,99 milímetros en su zona más delgada (prácticamente en su totalidad); sin embargo, la aparición del iPad 2 supuso un duro golpe para los coreanos, por lo que prácticamente el fabricante se vio obligado a rectificar las especificaciones y presentar en la CTIA una nueva versión aún más delgada (y con algún que otro aderezo): el 10.1. A nivel de componentes internos, la indiscutible plataforma Tegra 2 hace los honores con su ARM v9 de doble núcleo a 1 GHz y la GPU GeForce de bajo voltaje, acompañada de 1 GB de memoria RAM y 16 GB de memoria interna no ampliables. Así es, el 10.1v no ofrece ranura microSD, por lo que tendremos que conformarnos con la memoria interna ofrecida por Samsung, un tamaño que, por cierto, alcanza los 32 GB en otros países.


A nivel externo encontramos una carcasa de un material que recuerda mucho al del Galaxy S II, aparentemente de plástico pero que ofrece flexibilidad y buen tacto. Este último punto se ve muy influenciado por el acabado rugoso que evita las marcas de huellas y pequeños arañazos, y la curvatura de los lados, cuya función no es otra que la de ofrecer una especie de empuñadura que ayude a sujetar el tablet mientras lo utilizamos en modo apaisado. Esta colocación de las manos resulta muy cómoda, sin embargo, provoca que tapemos directamente la salida de los dos altavoces que se encuentran a cada lado, por lo que la experiencia de sonido no será demasiado buena sujetando el tablet en horizontal. Siguiendo el trazado del bisel encontramos la salida de auriculares, el botón de encendido/reposo, control de volumen, micrófono, ranura para tarjeta SIM y en la parte inferior, el conector USB propietario de Samsung. En cuanto a cámaras, una frontal de 2 megapíxeles para videoconferencia y otra trasera de 8 megapíxeles con capacidad de grabar vídeo a 1080p completan el repaso.

Resulta bastante extraño que Samsung no haya incluido ningún tipo de conexión extra al dispositivo. Carece de HDMI, puerto USB y ranura de tarjetas microSD, puntos claves en todo terminal androide con los que salir victoriosos en la batalla contra el iPad de Apple y que se han dejado fuera de la lista de prestaciones sin motivo aparente. Para colmo, la capacidad del modelo que llega a España se queda en los 16 GB, una cantidad bastante escasa para el tipo de contenidos que se mueven a día de hoy.

En el apartado de conectividad WiFi 802.11 b/g/n y Bluetooth 2.1 EDR hacen las labores inalámbricas, y HSPA+ a 21 Mbps en lo que a redes móviles se refiere.

La resolución ofrecida por el panel multitáctil de 10,1 pulgadas es de 1.280 x 800 píxeles, una resolución idéntica a la que podemos encontrar en el Motorola Xoom; sin embargo, el cambio de materiales empleados para su protección ha definido bastante su rendimiento. Por un lado, al usar plástico en lugar del vidrio del Xoom, no consigue las mismas sensaciones táctiles que el tablet de Motorola o el de Apple (tiene buena respuesta, pero el Xoom y el iPad 2 son más robustos y presentan acabado superior), aunque por otro, elimina considerablemente los reflejos y la pérdida de contraste que sufre el de Motorola en los ángulos de visión (créenos, bastante exagerados), y eso se agradece bastante.

Colores y contraste se reproducen muy bien, presentando bastante mejoría respecto a la imagen mostrada por el Xoom, incluido los tonos oscuros (especialmente el negro), siendo superior el Galaxy Tab 10.1v. Una pena que el panel LCD sufra de bleeding en sus bordes, un efecto que resta intensidad a las imágenes con fondo negro y que muestra rastros de luz en el filo de la pantalla. Otro punto a favor es la posibilidad de activar la vibración cuando pulsamos sobre la pantalla o escribimos en el teclado virtual, una sensación háptica agradable que no viene nada mal.

A continuación te dejamos con una galería comparativa en la que poder ver las diferencias de color entre el Samsung Galaxy Tab 10.1v y el Motorola Xoom.

 

Las capacidades de Tegra 2 son indiscutibles, sin embargo, hemos podido comprobar que a nivel de reproducción de vídeo no todo es tan sencillo como lo pintan. Las sensaciones que hemos obtenido son bastante desconcertantes, debido posiblemente a la falta de actualización del sistema y de unos codecs sin pulir; y es que no hemos dado con un patrón a seguir para poder conseguir reproducciones de vídeo en alta definición sin problemas.

No podían faltar los juegos, ya que el potencial de Tegra 2 invita a ello. Hemos probado bastantes títulos del mercado y el rendimiento es excepcional. Movimientos muy suaves y unos tiempos de carga espectaculares, encontrando algún que otro "hipo" en juegos que probablemente no estén completamente optimizados (aun teniendo el sello Tegra de NVIDIA). Una pena el problema de los altavoces, y es que con los juegos a pantalla completa que requieran girar el cuerpo del tablet es muy fácil que acaben siendo obstruidos por la posición de nuestras manos. En cuanto a rendimiento, la potencia es bastante buena, teniendo incluso que bajar el volumen en determinadas ocasiones.

Si tenemos en cuenta que la cámara de 8 megapíxeles nos permite grabar vídeos a 1080p, resulta bastante fácil pensar que podemos pasar películas a esa resolución para reproducirlas en la pantalla de 10,1 pulgadas, sin embargo, no siempre se obtienen resultados satisfactorios. Dejando a un lado lo absurdo de reproducir vídeos a 1080p en una pantalla con resolución de 1280 x 800 píxeles y sin salida HDMI, lo cierto es que hemos encontrado bastantes problemas a la hora de abrir vídeos en formato MP4 con dicha calidad, desde reproducciones sin orden que acababan cerrando la aplicación hasta vídeos con pequeños saltos, unos resultados muy diferentes al obtenido por las grabaciones realizadas por la cámara, las cuales se pueden revisar fluidamente y sin problemas. Suponemos que se deben de dar una serie de factores de compresión exactos para que la imagen fluya sin problemas, así que no quedaría otra que recomprimir los vídeos antes de pasarlos a la memoria interna del tablet (no hemos comprobado esta solución). Si pasamos a otras resoluciones más razonables, los archivos MP4 a 720p se abren sin problemas y con total fluidez, siempre y cuando no excedan demasiado su tamaño, ya que con una película de 4,8 GB en formato .mkv se producían los típicos saltos por falta de buffer. Suponemos que con nuevas versiones del software se solucionarán los problemas de rendimiento con los codecs.

Si pasamos al modo flash desde el navegador los resultados son excelentes, siempre y cuando no se traten de vídeos en alta definición, y es que tras instalar el plugin de Flash para Honeycomb, la visualización de vídeos en 720p y 1080p en YouTube no consiguen el rendimiento óptimo que todos esperamos. Si nos conformamos con calidades estándar, el vídeo terminará sin problemas y podremos seguir continuando con la navegación. En la aplicación propia de YouTube no experimentamos estos problemas ya que la calidad del vídeo se muestra en HQ (480p), así que no estaríamos forzando la máquina en ningún momento. Un dato curioso es que los vídeos en 720p mostrado en la web imdb.com se ven sin problemas y con una calidad y fluidez asombrosa.


En lo que a software respecta no te vamos a contar nada nuevo ya que el Galaxy Tab 10.1v monta Android Honeycomb a secas. Olvida el clásico interfaz TouchWiz y las aplicaciones propias de Samsung, aquí todo lo que llega es "made by Google", así que a menos que una aplicación haga función de un componente de hardware determinado (en este caso la cámara de 8 megapíxeles), todo lo demás te parecerá igual que en los otros tablets de la competencia.


Dejando a un lado las novedades, pasamos a hablar del funcionamiento general del sistema. Con la llegada de Honeycomb se han incorporado una serie de escritorios con gran capacidad para widgets interactivos que dan más vida a la pantalla del dispositivo, y con ellos, el consumo de memoria ha aumentado. Con esto no queremos decir que el Galaxy Tab 10.1 se quede corto de memoria, pero sí es cierto que en determinadas ocasiones en las que hemos pasado de una aplicación a otra, nuestra pantalla principal repleta de widgets se lo ha pensado durante un segundo. A esto hay que sumarle numerosos errores -pequeños, pero existentes- y un periodo de adaptación de aplicaciones que todavía está en fase de desarrollo, y es que a veces cuesta encontrar una que nos guste con soporte de "resolución HD". Honeycomb queda tan abandonado, que ni siquiera la aplicación Kies llega con el tablet (reconocemos que Kies Air vendría estupendamente a este equipo), así que sólo podremos gestionar los contenidos conectando el tablet a través del cable USB.
 
El navegador muestra muy bien las páginas, y como ya hemos comentado anteriormente, el plugin Flash permite mostrar los vídeos incrustados sin problemas. De todas formas, hemos notado un leve retraso en el desplazamiento de la pantalla cuando se muestran este tipo de elementos en la pantalla, por lo que se necesitaría todavía pulir la implementación del tan ansiado componente.

Si tenemos en cuenta las impresiones recogidas en el apartado software, es de esperar que la aplicación Cámara no nos vaya a sorprender demasiado. Se trata de una utilidad que llega con la interfaz propia del sistema operativo, y que no ofrece ningún tipo de acciones avanzadas con las que sacar provecho del sensor de 8 megapíxeles. Para empezar, el modo de enfoque se realiza únicamente colocando el dedo sobre el botón de disparo, y en ningún momento podremos hacer enfoque selectivo pulsando sobre la escena, provocando que en ocasiones la foto final no sea de nuestro agrado y que incluso salga desenfocada (al levantar el dedo se produce automáticamente el disparo). El modo automático de enfoque funciona bastante bien a partir de distancias medias, pero a la hora de realizar fotografías macro no alcanza los mejores resultados. Para ello tendremos que seleccionar manualmente el modo macro si queremos obtener una fotografía nítida. Los resultados como podrás ver a continuación son bastante buenos, aunque en ocasiones se satura demasiado la imagen como se puede comprobar en la imagen de los tomates.

Los ajustes se limitan a ofrecer el modo de flash (automático, encendido, apagado), Equilibrio de blancos, Efecto de color (ninguno, mono, sepia, negativo), Preselección de escena, y un menú de Configuración de la cámara en el que poder activar la geolocalización, ajustar el modo de enfoque anteriormente citado, modificar el valor de exposición, seleccionar el tamaño de la imagen, la compresión de la imagen y restaurar los valores predeterminados.


En lo que a vídeo respecta, la grabación obtenida es de muy buena calidad. Los archivos resultantes son en formato MP4 con una resolución de 1.920 x 1.088 píxeles, una tasa de 24 pantallas por segundo y un bit rate de 15 Mbps. Enfoque correcto y continuo, ya que la escena se mantendrá siempre nítida gracias al autoenfoque, sin embargo, la falta de interacción con la pantalla nos impedirá seleccionar el punto de exposición en el momento, por lo que generalmente, las escenas a contraluz aparezcan siempre muy oscuras. Posibilidad de encender el LED de iluminación y varios efectos de color son algunas de las opciones disponibles en el menú de configuración, pero echamos al igual que en la foto, echamos en falta más modos avanzados. A continuación te dejamos tres grabaciones para que veas los resultados a 1080p (no olvides activar la resolución en el reproductor de YouTube):






Centrándonos en las típicas pruebas que solemos hacer, el tablet ha aguantado durante 2 días y 15 horas con la conexión 3G activada y recibiendo correos electrónicos mediantes push, además de que se jugó un par de pequeñas partidas al juego Riptide GP y se realizaron algunas fotos. En el modo WiFi, la autonomía se disparó hasta los 8 días y casi 6 horas, ejecutando varias veces la cámara para realizar alguna que otra prueba. Evidentemente el rendimiento final dependerá del uso que cada usuario le dé al Galaxy Tab 10.1v, aunque en líneas generales se comporta bastante bien y permitirá ver películas sin problemas.


No hay nada mejor para realizar una comparativa que dejar a los dispositivos cara a cara para que florezcan las debilidades de cada uno -y sus virtudes, claro-. Hemos querido hacer una pequeña comparativa entre los tablets que más suenan en el momento, el iPad 2, el Xoom y este Galaxy Tab 10.1v, de forma que a través de las galerías y el vídeo saques tus propias conclusiones.
Como puedes comprobar el que más llama la atención es el iPad 2 con su grosor, unas medidas que ya sorprendieron al mismísimo vicepresidente de Samsung. Dejando a un lado este aspecto, el 10.1v se siente superior al Xoom ya que su peso es menor, por no hablar de la calidad de la pantalla, donde el de Motorola deja bastante que desear al compararlo con los aquí presentes. En cuestión de fiabilidad de color, parece que el Galaxy Tab 10.1v trata mejor los blancos, posiblemente por ofrecer mejor contraste y brillo que el Xoom.
 




Como ya hemos comentado anteriormente, el Galaxy Tab 10.1v es bastante peculiar en el tema de conexiones, ya que se olvida de elementos básicos como la salida HDMI -presente hoy en día en todos y cada uno de los últimos terminales del mercado- y el puerto USB con el que conectar dispositivos externos -elemento clave para la próxima actualización del sistema con soporte de controladores USB-. Aún más raro es la elección del puerto propietario, un conector que impide usar el mismo cable para conectar otros dispositivos de la marca, como por ejemplo el Galaxy S II, y que sigue delimitando las familias de dispositivos. Creemos que una mejor integración entre el tablet y los teléfonos de la marca ayudaría al usuario.

Antes de terminar con este análisis no podemos dejar de aclarar qué diferencias existen entre este modelo y el inminente modelo 10.1 (sin v) que, supuestamente, está a punto de llegar a las diferentes regiones. El 10.1v que estamos analizando aterriza en el mercado gracias a un acuerdo firmado entre Vodafone y Samsung, un contrato sin sentido, ya que muy pronto aparecerá el renovado 10.1 con características mejoradas encabezadas por un nuevo diseño más delgado con el que poder enfrentarse al todo poderoso iPad 2. Pero, ¿hay tanta diferencia entre el 10.1v y el 10.1? Comparemos sus características principales.

Samsung Galaxy Tab 10.1v
Samsung Galaxy Tab 10.1
Plataforma/SOAndroid 3.0Android 3.1 con TouchWiz UX
Pantalla10,1"10,1"
Resolución panel1.280 x 8001.280 x 800
ProcesadorNVIDIA Tegra 2 dual core a 1 GHzNVIDIA Tegra 2 dual core a 1 GHz
Memoria1 GB RAM1 GB RAM
Almacenamiento16 GB / 32 GB*
*(disponible sólo en algunos países)
16 GB / 32 GB / 64 GB
Cámara frontal2 megapíxeles2 megapíxeles
Cámara trasera8 megapíxeles, AF, doble flash LED,
video 1080p / 24 fps
3 megapíxeles, AF, flash LED, video 720p
ConectividadHDPA +21HDPA +21, LTE
WiFi802.11 b/g/n802.11 b/g/n Dual-Band
Bluetooth2.1 + EDR3.0
Acelerómetro
Giroscopio
Batería6.860 mAh6.860 mAh
Medidas24,6 x 17 cm25,6 x 17,5 cm
Grosor10,99 mm8,6 mm
Peso599 g565 g

Si lo miramos de frente pocos son los cambios que podemos observar, sin embargo, al girarlo podemos apreciar como su grosor se ha reducido, (exactamente en 2,5 milímetros, principal razón de este relanzamiento), además de que la cámara ha pasado de los 8 megapíxeles con grabación Full HD a unos 3 megapíxeles con autofocus y grabación en 720p que en comparación saben a poco, pero que en realidad, creemos que son más que suficientes para este tipo de dispositivos. Internamente seguimos con el procesador Tegra 2 de doble núcleo a 1 GHz, aunque se ha incluido conectividad LTE y la antena WiFi pasa a ser de doble banda 2,4 GHz y 5 GHz.

A nivel de software, el nuevo modelo llega al mercado con la versión 3.1 de Honeycomb, decorada además con la nueva interfaz de Samsung TouchWiz UX. Según el fabricante mejorará la experiencia de usuario, aunque este aspecto es bastante personal y quedaría completamente juzgado por el criterio de cada usuario. La ofrecida por Honeycomb no está nada mal, pero es cierto que un buen trabajo podría dar algo de más gracia al producto.

Como ves cambios estéticos y pequeños ajustes en la conectividad son los puntos más destacados del nuevo Galaxy Tab 10.1, así que definitivamente deja bastante claro que se trata de un cambio innecesario forzado por las exigencias del mercado. A falta de probar con nuestras propias manos el nuevo modelo, podríamos incluso decir que la aparición del nuevo modelo ha obligado a eliminar un detalle bastante interesante del 10.1v, y es otro que las curvas para el agarre que se encuentran en su carcasa trasera. Además, acompañando al lanzamiento, al 10.1 le siguen una serie de accesorios bastante atractivos, cosa que no pasa con el actual 10.1v.

Teniendo en cuenta que estamos ante uno de los tablets con Android más completos y atractivos que existen hasta el momento, cuesta creer que sea el propio fabricante el que le prepare su propia tumba. Es cierto que por ahora no sabemos los planes que llevará a cabo Samsung con ambos dispositivos, pero nos resultaría muy extraño que mantenga ambos al mismo tiempo en el mercado durante mucho tiempo. Queda claro que nos parece mejor tablet que el Xoom, por diseño, peso y componentes, y dejando a un lado su enemigo directo con iOS, a día de hoy el único rival androide que encontraría lo tendría en casa. Eso sí, con la llegada de Honeycomb 3.1 al 10.1, este 10.1v tendría que estar muy atento y actualizarse bien pronto, o de lo contrario quedará irremediablemente sucumbido por las novedades de su nuevo y estilizado hermano. Si a esto le sumamos la inminente llegada del modelo de 8,9 pulgadas, la presencia de este 10.1v empieza a perder sentido.

La evolución de esta tablet es un claro ejemplo de la importancia de las apariencias, ya que Samsung ha preferido reducir el grosor en contra de perder calidad en la cámara y una ergonomía que nos parece estupenda (a falta de cambiar la disposición de los altavoces, claro). Salvando los problemas que hemos encontrado en el sistema operativo, la reproducción de vídeos y la limitación a nivel de almacenamiento (recordamos que en España sólo llega el modelo de 16 GB), el 10.1v cumple perfectamente sus funciones, así que creemos que su éxito estará directamente ligado al trato que Vodafone y Samsung ofrezcan, ya sea por continuación del stock pasado los tres meses de exclusividad y el mantenimiento a través de actualizaciones. Aun así debemos de decir que, al igual que en la familia de telefonía, los coreanos están en el camino correcto, y hacen de Honeycomb una alternativa en los tablets extremadamente interesante. ¿Qué tal si el próximo es un modelo con chip Exynos?

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